Homenaje póstumo a los que partieron
Hay ausencias que duelen y silencios que hablan más fuerte que las palabras. La Promoción 83 recuerda con profundo cariño a quienes emprendieron el viaje sin retorno, aquellos compañeros y amigos que dejaron una huella imborrable en los pasillos del Politécnico y en la memoria de todos. Sus risas, sus gestos y su presencia siguen habitando los recuerdos, como ecos que se niegan a desaparecer.
Sus ausencias serán sentidas, pero su legado permanece intacto. En cada encuentro, en cada anécdota compartida, en cada fotografía que revive los días de juventud, ellos siguen allí: eternos, presentes, acompañando desde la memoria. Fueron parte de una historia común, y esa historia continúa llevándolos de la mano en cada paso que da la Promoción 83.
A ellos se les dedica un momento de silencio, un pensamiento sereno y una gratitud inmensa por lo que fueron, por lo que enseñaron y por la huella que dejaron en la vida de sus compañeros. Porque aunque ya no estén prácticamente, su luz sigue encendida en el corazón de esta comunidad que los recuerda no con tristeza, sino con amor. Sigue siendo parte del alma del Politécnico, y mientras exista el recuerdo, seguirán viviendo entre él.
